lunes, 8 de abril de 2013


Antonio Guzmán Blanco: Primer Gobierno o Septenio (1870-1877)

Comprendido por 7 años, desde el 27 de abril de 1870, cuando derroca el gobierno provisional de Guillermo Tell Villegas, hasta el 27 de febrero de 1877, cuando se realizan elecciones presidenciales y resulta electo su mano derecha Francisco
Linares Alcántara, siendo esta una estrategia para perpetuarse en el poder de forma indirecta, el Septenio, corresponde al período más longevo de los tres gobiernos que el "Gran Autócrata Civilizador" tuvo.
Tras la Revolución de Abril, con el apoyo del pueblo, las alianzas con la burguesía comercial y los caudillos, le permitieron a Guzmán Blanco, disponer de una situación óptima para materializar su visión de Venezuela. Proclamado por el Congreso como El Ilustre Americano, su posición y heroicidad, fueron elevados al mismo nivel que el "Libertador" Simón Bolívar y es colmado de honores y reconocimientos, el gran general asume la presidencia, primero provisionalmente y luego de acuerdo a la "Constitución de 1862" o la "Constitución Federal", para ejercerla por un período de cuatro años, es así como Guzmán Blanco comienza a gobernar.

Pacificación Nacional
El Ilustre Americano, tenía una visión clara respecto a lo que quería, sus años en el extranjero, particularmente en Francia, donde había experimentado de primera mano la eficiencia y el progreso traído por Napoleón III, a dicho país, lo convencieron de que Venezuela necesitaba un autócrata, un líder fuerte, eficiente y poderoso, un "César" al cual seguir, y ese líder en cuestión, no era otro que él.
Decidido a permanecer el mayor tiempo posible en el poder, además de poseer el firme propósito de gobernar a plenitud, durante los tres primeros años, Guzmán Blanco se dedicó a pacificar todo el país, suprimiendo sublevaciones y alzamientos a lo largo del territorio nacional, labor ardua, para la cual designa a sus más fieles aliados como los Presidentes de los Estados y Comandantes de Armas de los mismos, aquellos caudillos que no son destruidos, son atraídos a su lado, ofreciéndoseles riquezas, cargos y prestigio, a cambio de su completa lealtad y de traspasar sus armas y ejércitos a Guzmán Blanco, aun así y a pesar de su éxito en su proyecto de pacificación, el propio Guzmán Blanco reconoció que dicho objetivo no era sencillo de alcanzar, con su bien conocida afirmación:

"Venezuela es como un cuero seco, si lo pisas por un lado se levanta por el otro".15
A pesar de todas las dificultades, el Ilustre Americano consiguió la tan anhelada pacificación y fue capaz de gobernar y estar en campaña militar, simultáneamente, al mantenerse en constante comunicación con sus ministros en la capital, los cuales debían rendirle cuentas semanalmente a través de sus cartas y cumplían la voluntad del gran líder. Por este medio fue que muchos proyectos del Septenio se pusieron en marcha, tales como el inicio de decenas de construcciones, como la primera etapa del Palacio Federal Legislativo, el Teatro Municipal de Caracas, la realización del Primer Censo Nacional, la creación de la Dirección Nacional de Estadística, la fundación de la Compañía de Crédito de Caracas (de la cual él mismo era el accionista mayoritario) y la promulgación del Decreto de Instrucción Pública y Obligatoria, que fue en esencia su primera acción al asumir la presidencia y con el cual reorganizó todo el sistema educativo nacional.

En 1873, resulta reelecto presidente, siendo esta fecha el final de un gobierno de 4 años a partir de 1869, cuando resultó electo José Tadeo Monagas. Antes de culminar "El Septenio" Guzmán Blanco reforma la constitución nacional cambiando el período presidencial de 4 años a 2 años sin posibilidad de reelección inmediata.

Conflictos Internacionales

Escudo de Armas de Holanda durante el gobierno de Guzmán Blanco
Desde el inicio, en el ámbito internacional, Guzmán Blanco fue en extremo osado e irreverente, al iniciar toda una nueva visión acerca de como debían manejarse las relaciones internacionales. En vez de rogar, se demandaría, en lugar de aliarse con otros países para tener relevancia, se buscaría impulsar a Venezuela como un país de peso dentro del marco internacional, demandando el mayor de los respetos y exigiendo un trato igualitario ante toda nación.
Mapa de la Guayana Esequiba, territorio reclamado por Venezuela
Firme en este propósito no dudó en confrontar a Inglaterra, España, Holanda y a Estados Unidos, llegó a cerrar embajadas, consulados y establecimientos diplomáticos de estos países y fortificó su posición como exportador de materia agraria.
Igualmente, consciente de que muchos de sus enemigos escapaban a las Antillas y a las islas de Aruba, Curazao y Bonaire a conspirar en su contra, siendo estas de propiedad holandesa, no vaciló en exigir a dicho país que los expulsase, algo que le traería un extraordinaria red de problemas con el mismo, llegando a una situación tan crítica, que estuvo al borde de declararle la guerra a Holanda, siendo lo único que evitó semejante desenlace, el que finalmente holanda cediera.

La mayoría de los países del mundo, se vieron severamente impresionados por semejante actitud, entre ellos, uno al que muchos problemas le trajo semejante enfoque, Inglaterra con quien Guzmán Blanco se enfrentó a causa de la Usurpación de la Guayana y de Trinidad y Tobago, siendo uno de los presidentes que más ha presionado por su devolución.

Conflicto con la Iglesia

El gobierno de Guzmán Blanco tuvo fricciones tan fuertes con la Iglesia Católica, que se llegó a considerar la separación de la Iglesia Católica en Venezuela del Vaticano
Tras los sucesos ocurridos en la Revolución de Abril y la toma del poder por parte de Antonio Guzmán Blanco, el país y sus instituciones se arrodillan, literalmente ante él, excepto la Iglesia Católica, la más poderosa de todas ellas y la cual ejercía una inmensa influencia sobre el país, desde la era colonial. El entonces Arzobispo de Caracas, Monseñor Guevara y Lira, se rehusó a realizar actos eclesiásticos en honor al mandatario, lo cual disgusta en sobremanera a Guzmán Blanco. Las fricciones entre el Arzobispo y el gobierno de Guzmán Blanco, continuaron y a ellas se sumó el Arzobispo de Mérida. Guzmán demandó al Vaticano la sustitución de Guevara y Lira, por un clérigo más dócil y obediente, pero el Vaticano se negó.

Ante esta actitud, Guzmán Blanco decidió cerrar seminarios, claustros y templos y transferir las cátedras religiosas a las Universidades Laicas. Como mecanismo de presión para doblegar la jerarquía católica a las intenciones del Estado, la despojó de su influencia y de la gran mayoría de sus bienes, pero lo único que consiguió fue la salida de Monseñor Guevara y Lira al extranjero, quien se negó a renunciar a su cargo de Arzobispo de Caracas, a pesar de estar fuera del país.

Entonces, Guzmán Blanco, estableció el Registro Civil, dejando sin efecto el registro parroquial, aún vigente en otros países para la época, el cual imponía el bautismo obligatorio en el culto católico para registrar los nacimientos y el 1 de enero de 1873 el mandatario establece el matrimonio civil. No faltó la oposición de una parte del clero, ante esta última medida, porque el matrimonio civil debía realizarse ante el Presidente del Concejo, antes del matrimonio eclesiástico. La publicación de la Ley se hizo el 8 de enero, y diez días más tarde entró en vigencia. El 16 de enero hicieron uso de la nueva disposición las primeras parejas conformadas por Manuel María Martínez y Carmen Paz Castillo; José Ignacio Cardozo y Carmen Núñez de Cáceres y el General Aníbal Marott y Ramona España. De esta tercera unión fueron testigos el mandatario y el General Víctor Rodríguez. El propio Presidente legalizó civilmente su matrimonio con su esposa Ana Teresa Ibarra el 14 de febrero de ese año, aunque se casó por la Iglesia Católica el 13 de junio de 1867. También Guzmán Blanco fue quien introdujo el concepto del divorcio, algo mal visto por la jerarquía eclesiástica, pues presentaba la posibilidad de disolver la unión matrimonial, considerada como sagrada por la Iglesia Católica.

A pesar, de todo este avance en contra de la jerarquía eclesiástica, esta se mantuvo firme en su oposición al gobierno de Antonio Guzmán Blanco, quien disgustado por la situación, optó por planificar la separación de la Iglesia Católica Venezolana del Estado del Vaticano y constituirla en independiente. Ante esta estrategia la Santa Sede, a fin de evitar dicha acción, destituyó a Monseñor Guevara y Lira y nombró un nuevo Arzobispo de Caracas, escogido a antojo de Guzmán Blanco.

Una vez solventada la situación, el mandatario regresó parte de las propiedades confiscadas y permitió el restablecimiento eclesiástico, además hizo construir varias edificaciones religiosas como la Basílica de Santa Teresa y la Basílica Menor Santa Capilla, pero la realidad era que más nunca la jerarquía eclesiástica volvería a tener tanta injerencia sobre el país y el estado, como en el pasado.




Francisco Linares Alcántara (1877-1879)

En 1876, disputó la candidatura a la primera magistratura de la República, al general Hermenegildo G. Zavarce, para el período presidencial 1877-1879, resultando electo presidente por el Congreso Nacional el 27 de febrero de 1877. Entre los hechos más resaltantes de su gestión presidencial, se encuentra el traslado de los restos de José María Vargas al Panteón Nacional, la expedición del decreto que permitía el regreso a la patria a todos los venezolanos que estuvieran fuera del país por causas políticas, así como la suspensión de todos los procesos políticos y la expedición del decreto que reabría el Colegio de Ingenieros de Venezuela (15.11.1877). En reconocimiento a la paz y amnistía que reinó durante su mandato, fue apodado «El Gran Demócrata».


Durante su gobierno se inició en Caracas, Valencia y otras poblaciones una reacción contra el ex presidente Antonio Guzmán Blanco, quien se había ausentado del país después de haber asumido la presidencia Linares Alcántara, pero todavía continuaba ejerciendo influencia a través de sus partidarios; uno de los voceros de la protesta antiguzmancista fue el periódico La Tribuna Liberal. Según muchos Linares Alcántara alentó estas acciones en contra de la figura de Guzmán. El 21 de noviembre de 1878, salió de Caracas hacia La Guaira y, en el camino, contrajo una afección bronquial que le obligó a guardar cama; su estado empeoró rápidamente y 9 días después, murió en La Guaira en la casa de la Compañía Guipuzcoana. El 9 de diciembre, el general Jacinto Gutiérrez, Presidente Encargado de la República según la ley por ser el presidente de la Alta Corte Federal, decretó el traslado de sus restos al Panteón Nacional, cuya inhumación se produjo el 4 de diciembre del mencionado año.




José Gregorio Valera (1878-1879)

Como la muerte del presidente Linares Alcántara no fuera obstáculo para la reunión de la asamblea que el fallecido magistrado había convocado, esta se reunió en cesión el 11 de diciembre de 1878 y una de sus primeras disposiciones fue la elección del presidente de la republica. Así fue juramentado para ese alto cargo quien se desempeñaba con primer designado José Gregorio Valera, en calidad de encargado del poder ejecutivo.

Nada especial sucedió en ese gobierno provisorio, a Excepción. De la llamada revolución reinvidicadora encabezada por Gregorio Cedeño, segundo designado, quien Aspiraba a ocupar la silla presidencial. Como tubo de la asamblea tal investidura se alzo en armas.




Antonio Guzmán Blanco: Segundo Gobierno (1879-1884) o El Quinquenio

Guzmán Blanco asume su segundo período presidencial en medio de una dificultosa situación. Los altos círculos financieros, empresariales, terratenientes y la clase media y media alta venezolana, cada vez más creciente, anhelan su retorno, deseosos de recuperar la muy beneficiosa situación económica y de estabilidad interna que Guzmán mantuvo durante el Septenio, enturbiada gracias a la incapacidad de Alcántara y José Gregorio Varela para liderar al país. Al morir inesperadamente Francisco Linares Alcántara Guzmán decide regresar al país, tras el aplastante éxito de la Revolución Reivindicadora que restaura el culto a su persona, presentándose en las elecciones de diciembre de 1878 y resultando electo por gran mayoría en el congreso.

Asume el poder en 1879 para gobernar hasta 1881, pero en 1880 reforma otra vez la constitución aprobando la reelección inmediata del presidente y siendo reelegido para gobernar hasta 1882.Luego en las elecciones de 1882 resulta fácilmente reelecto presidente para gobernar hasta 1884.

Durante el Quinquenio, Guzmán labora para restaurar la situación económica, devastada por la caída de los precios de muchos productos agrícolas, eje principal de la economía venezolana, en los mercados internacionales. Consciente de la situación, Guzmán aborda el problema desde otro flanco, acelerando los procesos de construcción de todas sus líneas férreas y desplegándolas sobre gran parte del territorio nacional, con lo cual consigue que el transporte de los productos se torne más rápido y eficiente, dando como resultado que el envío de las cosechas agrícolas, sea mayor, al desaparecer las irrgularidades que antes impedían el comercio por tierra y asegurarse un flujo
continuo de las mismas, dando como resultado que el país, mantega una exportación constante de productos, por lo cual, a pesar del descenso de los precios, Venezuela recupera la estabilidad.

A parte de la culminación de Vías férreas, continua con otros planes y acciones, como la oficialización del Canto Patriótico, Gloria al Bravo Pueblo, como Himno Nacional de Venezuela. También es en este gobierno que inaugura el Teatro Baralt de Maracaibo, el Teatro Municipal de Caracas, se introduce el Teléfono en Venezuela, se transfiere el Sistema de Telégrafos a manos del Estado, continua su política de construcciones e introduce el Bolívar, en sustitución de la anterior moneda, el Venezolano.

Al culminar el gobierno sugiere al congreso a elegir a su nueva mano derecha Joaquín Crespo

presidente, Éste resulta electo para un bienio.




Joaquín Crespo (1884-1886)

El consejo federal, por recomendaciones del presidente Guzmán blanco Escogió presidente de la republica para el periodo comprendido entre  1884-1886 al Gral. Joaquín Crespo.

Este se presiono de la primera magistratura el 27 de abril del año 1884; fue elegido por 17 votos del consejo federal el organismo elector.

Le acompañaron en su gobierno ministros y amigos de Guzmán Blanco. A este le nombro para un alto cargo diplomático en Europa.


No fue un gobierno libre y propio en sus actuaciones, pues todas sus realizaciones las ordeno Guzmán desde Europa. Pero fue un periodo de gobierno en el que Venezuela gozo de paz y tranquilidad, a pesar de los alzamientos de Carúpano, Margarita, Yaracuy y bolívar, que fueron dominados por los soldados Gubernamentales.

Sin embargo esta administración no fue altamente favorable a los intereses nacionales, pues ni por las medidas tomadas para frenar el estancamiento de los pueblos ni por el panorama económico reinante, pudo enfrentar exitosamente la crisis, como repercusión de la crisis mundial.

En Venezuela la baja de los precios del café fue causa para que muchos comerciantes cayesen a la ruina la gravedad del desajuste económico se vio en la diferencia de cifras presentadas por nuestra deuda nacional: cuyo monto interno era de 45.439.267,73 y la deuda externa llego 68.043.399,56 cifras escandalosamente altas para la época.




Antonio Guzmán Blanco: Tercer Gobierno (1886-1888) o El Bienio

En su tercer y último gobierno ganó la presidencia en las elecciones de 1885 para gobernar un bienio de 1886 hasta 1888, de manos del Consejo Federal, que lo eligió tras el regreso de Europa del Ilustre Americano, el cual se debía a que un grupo de estudiantes, intelectuales y personalidades políticas, militares y empresariales organizaron una "Aclamación Nacional", con la cual le rogaron por su regreso.

Este período no fue igual a los dos anteriores, ya que debió enfrentar una nueva generación de intelectuales y de jóvenes estudiantes, quienes organizaron una fuerte oposición a su gobierno, la cual Guzmán Blanco hubiese reprimido fuertemente sino fuese por su delicado estado de salud, el cual finalmente lo lleva a renunciar, retirándose antes de concluir su mandato. Sin embargo, su influencia prosiguió, hasta el punto de proponer ante el Consejo Federal al Doctor Juan Pablo Rojas Paúl como presidente para el período constitucional 1888-1890.

Durante este bienio, Venezuela rompió relaciones con Inglaterra debido a la invasión del Territorio Esequibo por ciudadanos de la Guayana Británica. Sin terminar su período, Guzmán Blanco se va a Europa dejando el poder provisionalmente en manos del General Hermógenes López.




Juan Pablo Rojas Paul  (1888-1890)

Ministro de Hacienda del segundo gobierno de Antonio Guzmán Blanco, se encargó de modernizar los sistemas de recaudación aduanera y de diseñar medidas fiscales para estimular la industria nacional. Durante algunos años, ejerció como Cónsul Honorario de Ecuador ante el gobierno
venezolano. Fue el segundo presidente civil de Venezuela, después de José María Vargas, elegido por el Consejo Federal (en elecciones de tercer grado) con el pleno apoyo de Guzmán Blanco. Intentó conciliar entre los seguidores de Antonio Guzmán Blanco y Joaquín Crespo, los verdaderos representantes del poder en Venezuela en esos momentos y estaban enfrentados. Fue el primer civil electo presidente de Venezuela en concluir el mandato constitucional para el que fue electo. A lo largo de su mandato rompió relaciones con el guzmancismo al rechazar los términos de un emprestito negociado por Guzman en Francia. Se abría así una fuerte pugna en el Liberalismo Amarillo y abriendo el camino a la escogencia de Raimundo Andueza Palacio para la sucesión presidencial.

En su breve gobierno de dos años (establecido por la constitución de esos momentos) creó la Academia Nacional de la Historia (ANH) 8, en Caracas, designando como Académicos a representantes de las más variadas corrientes políticas del momento.

Contrario a la política anti-clerical de Guzmán Blanco, Rojas Paúl autorizó la creación de las facultades de ciencias eclesiásticas con los colegios nacionales de Maracaibo y Barquisimeto; trajo a las monjas francesas de San José de Tarbes, ayudó a establecer en el país la congregación y las Hermanitas de los Pobres, además, construyó y remodeló numerosas edificaciones religiosas.
A Rojas Paúl también le tocó inaugurar el cable submarino La Guaira-Antillas Francesas-Europa, desvelar el lienzo Batalla de Carabobo, de Martín Tovar y Tovar, en el salón Elíptico de Capitolio; y decretar la fundación de la Academia Nacional de la Historia. Durante su mandato se editó la obra "Gran recopilación geográfica, estadística e histórica de Venezuela" del general Manuel Landaeta Rosales.
Las construcciones religiosas y hospitalarias (el aún existente Hospital Vargas de Caracas, por ejemplo) son las obras más resaltantes de la administración de Rojas Paúl. Su gobierno tuvo que enfrentar la rebelión de Crespo, que organizó un fallido alzamiento.
Dominada la situación, Crespo tuvo que marcharse al exilio.
En el gobierno de Rojas Paúl se produjeron manifestaciones antiguzmancistas. Hubo saqueos tanto en la capital como en el interior del país. Estos hechos precipitaron la ruptura del gobierno con Guzmán Blanco, quién pretendía continuar gobernando indirectamente desde París. Tras un largo exilio, regresa a Venezuela en 1897 y al poco tiempo enviuda. Tras el triunfo en 1899 de la Revolución Restauradora con el general Cipriano Castro a la cabeza, Rojas Paul presenta su nombre en las elecciones de 1900 para formar parte de una Asamblea Constituyente que confirma a Castro como Presidente. En 1905, Rojas Paul. desde el lecho de muerte, en su condición de Senador, emitiría su voto favorable para la designación de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez como Presidente y Vicepresidente respectivamente.



Raimundo Andueza Palacios  (1890-1892)

Exiliado político durante los días de la Revolución Reivindicadora (de junio a finales de 1878) ocupó nuevamente el cargo de Ministro de Hacienda (febrero de 1879). Incorporado al Consejo de Administración (mayo de 1879) es senador en 1880 y de 1886 a 1889. Posteriormente se desempeñó como consejero federal por el estado Zamora y presidente de la Cámara de Diputados (1890). Miembro del Consejo Federal por el estado Zamora (1890), es elegido presidente de la República por dicho organismo, el 7 de marzo de 1890. Aunque constitucionalmente estaba
estipulado que su período terminara el 20 de febrero de 1892, Andueza planeó reformar la constitución con el fin de prolongar su estadía en el poder por dos años más. Esta maniobra continuista de Andueza Palacio provocó el surgimiento de la Revolución Legalista liderada por Joaquín Crespo (marzo de 1892), así como la presión de Guillermo Tell Villegas, presidente del Consejo Federal; ante tal circunstancia, Raimundo decidió exiliarse del país (1892-1898). Luego de la muerte de Crespo (abril de 1898), incorporándose como ministro de Relaciones Exteriores (23.10.1899-31.7.1900) al primer gabinete del presidente Cipriano Castro. Además de la extensa trayectoria política, Palacio fue masón en grado 33 y canciller en el Supremo Consejo Confederado de la Masonería (1885-1888).



Joaquin Crespo (1892-1898)

Sometió a juicio de responsabilidad civil a los funcionarios del gobierno anterior, embargo los bienes

de Andueza, Villegas y Villegas Pulido.
 Bien pronto cambio el rumbo de su política: este concedió amnistía general, libero a los presos políticos y permitió el regreso a los desterrados, durante su gobierno se fundó el partido liberal nacionalista, en torno al general José Manuel Hernández. Diversos Historiadores consideran el gobierno de crespo como una curiosa combinación de corrupción y libertades políticas, un ejemplo de corrupción de este gobierno es el empresito contratado a Alemania, en 1896 este y otros contratos lesivos para los intereses del país fueron manipulados hábilmente para beneficio de intereses personales, con estos contratos aumento considerablemente la deuda externa. En cuanto a las libertades públicas hay distintas libertades:  como la libertada de imprenta, de industrias, de reunión, el hogar es inviolable. Durante el gobierno de Crespo se suscitó un serio problema con Inglaterra por los límites de la Guyana Ezequiba, Venezuela e Inglaterra fueron al arbitraje por proposición de Estados Unidos en el cual Venezuela perdió 100000 KM cuadrados de territorio.



Ignacio Andrade (1898-1899)

El 1 de febrero de 1898 se presiono el general Andrade del alto cargo de presidente de los estados unidos de Venezuela su asenso al poder ejecutivo del país fue producto de la intromisión del presidente Crespo en los resultados de los escrutinios la verdad es que esa ha sido la constate historia política venezolana cuando un grupo gobernantes quiere seguir usufructuando de prebendas y beneficios en el periodo siguiente por esta razón el Gral. Andrade protegió a Crespo Quien confiaba ciegamente en el, resulto vencedor en esa justa cívica la ultima de que pudieron hacer uso los venezolanos en el siglo XIX y durante gran parte del siglo XX.
Pero los resultados de las elecciones no les agrado a  los políticos llevando opuestos acretismos, porque lógicamente ellos pretendían llevar a su candidato a la presidencia. Por ello hubo a poco tiempo de la posición del general Andrade,  los primeros alzamientos revolucionarios.
Entre esos nuevos alzamientos hubo de enfrentar este gobierno; a pesar de esos inconvenientes algo se pudo hacer:
1.-    La creación del Ministerio de Agricultura para lograr el desarrollo de los recursos del campo.
2.-    El internacional, la  firma del laudo que decidió la cuestión del limite con Guayana inglesa, el 3 de octubre de 1899 en Paris.



Cipriano Castro (1899-1908)

En las postrimerías del siglo XIX, Venezuela no está en capacidad de controlar el potencial disgregador de sus problemas políticos. A la maniobra electoral de Crespo, que lleva a la presidencia de la República a Ignacio Andrade, se suman la muerte del mismo Crespo, la debilidad del liberalismo amarillo y una maraña de descontentos menores. Como agravante, una crisis económica mundial hace caer los precios y volúmenes de nuestros productos de exportación y se refleja con fuerza en los estados andinos, cuyos negocios dependen mayormente de las exportaciones de café.

Tal será el escenario que le abre a Cipriano Castro el camino de la insurgencia armada. El 23 de mayo de 1899 interrumpe su exilio colombiano, invade el Táchira e inicia su revolución, acusando a Ignacio Andrade de haber violado la Constitución, cuya integridad promete restaurar.

ésta, llamada Invasión de los Sesenta por el número de hombres que cruzó la frontera, es secundada por contingentes que se le unen en Capacho, procedentes de Lobatera, Colón, Táriba y Tovar. Con ellos organiza un ejército de 1.500 hombres que conduce en una exitosa campaña hasta Caracas. El Táchira se incorpora definitivamente a la vida nacional y se inicia la larga saga de gobernantes andinos.

En 1899, Castro organizó, junto con Gómez, la Revolución Lib eral Restauradora; dicho movimiento triunfa y, Castro entra en Caracas el 22 de octubre de 1899, encargándose de la presidencia hasta el año 1908.

Castro asumió la Presidencia de la República y, una vez en el poder, no contó con sus compañeros de invasión, sino que ratificó en sus cargos a algunos de los ministros del derrocado Presidente Andrade. También incluyó en su gabinete al ex Presidente Andueza Palacio y a destacados "anduecistas", traicionando el lema principal de su campaña: "Nuevos hombres, nuevos ideales, nuevos procedimientos".

 Castro debió afrontar una fuerte oposición nacional e internacional. De 1901 a 1903 estalla la Revolución Libertadora; también durante esta época afrontó el bloqueo de las costas venezolanas por parte de Alemania, Inglaterra e Italia; también el movimiento de "La Aclamación y "La Conjura".

En 1908, para someterse a una delicada operación deja el poder transitoriamente en manos de Juan Vicente Gómez; quien el 19 de diciembre de este mismo año, da un Golpe de Estado para apoderarse del poder. Al verse sin el poder, Castro se va a convalecer su operación a Madrid, luego París y, finalmente, en Tenerife.




Juan Vicente Gómez  (1908-1928)

El régimen de Juan Vicente Gómez (1908/1935) comprende tres etapas: la primera, de 1908 a 1913, ha sido calificada como la consolidación en el poder, debido a que Gómez utilizó a los liberales amarillos anticastristas y a los nacionalistas como base de apoyo; la segunda, de 1914 a 1922, se caracteriza por la actuación de dos presidentes, uno provisional (Victorino Márquez Bustillos) y otro electo (Gómez), quien nunca toma posesión del cargo; y la tercera, de 1922 a 1935, se distingue por las reformas constitucionales encaminadas a mantener su hegemonía político-militar, lo que establece una relación absolutamente instrumental entre gobernante y Constitución.

Venezuela se convierte en una República petrolera, se moderniza el ejército, se unifica el territorio y se crea el Estado-Nación en los términos que hoy conocemos. El país es "metido en cintura" al precio de persecuciones, prisiones, asesinatos y exilio de cientos de venezolanos opositores al régimen. Surgen importantes movimientos intelectuales, se oficializa el pensamiento positivista, surge la primera literatura nacional con respetabilidad internacional, y se forma una élite cultural y política que después de 1928 encarnará la más fuerte oposición a Gómez y será la encargada de diseñar el modelo de sociedad democrática que conoceremos a partir de 1945.

Durante el largo período de Gómez fueron liquidados los restos de los partidos tradicionales,
conservadores y liberales, que habían motorizado las luchas políticas en el siglo XIX. 

Gómez fue el quinto de los grandes caudillos que se forman en Venezuela en el siglo XIX. Después de Páez, de Monagas, de Guzmán y de la tentativa truncada de Crespo de convertirse en un gran caudillo nacional, Gómez va a realizar de una manera más completa esta ambición de mando. En los años sucesivos va a gobernar durante 27 años, y en ese largo tiempo no va a perder el poder un sólo momento; lo que va a concentrar en sus manos hasta que muere en su lecho como Jefe absoluto del país.

Durante el régimen gomecista, Venezuela sufre modificaciones; el Estado se afianza bajo los recursos financieros y ocurre un proceso de descentralización de las finanzas, también se acometen obras comunicacionales destinadas a dar mayor fluidez al intercambio comercial interno y a integrar el país con el fin de controlarlo políticamente.

La entrada del petróleo en el ámbito nacional fue el hecho que permitió a Gómez permanecer en el poder durante tantos años, a pesar de que las políticas establecidas daban una amplia ventaja a las concesiones explotadoras.

Las primeras concesiones mineras fueron otorgadas para la explotación del asfalto a venezolanos; posteriormente algunas de ellas fueron ampliadas para la explotación de petróleo. En los primeros años del gobierno gomecista, numerosas concesiones fueron entregadas de manera indiscriminada.

La desigualdad que establecía aquella legislación entre numerosos privilegios de las concesionarias y los pocos beneficios para la nación constituyó un problema que en 1917 Gumersindo Torres, titular de fomento, intentó resolver mediante un profundo análisis de las leyes vigentes y la forma de aplicar las medidas más idóneas y eficaces para que la nación obtuviera mayores recursos fiscales de explotación petrolera. La primera recomendación del Ministerio fue no aplicar la Ley de Minas a la industria de los hidrocarburos por considerar la creciente importancia de estos en todas las actividades y la elaboración de una legislación independiente que además estableciera ciertas pautas a las concesiones para evitar los conflictos entre ellas y definir el espacio de sus respectivas explotaciones.

Torres también sugirió, en base a la observación de las políticas de hidrocarburos de México, que la nación obtenía mayores ingresos por el cobro a las empresas de los derechos (en diez años estas exoneraciones en el mismo período montan a la cantidad de Bs. 223.359.426,06) antes que las regalías y los impuestos de exploración (los impuestos recaudados en el mismo período montan la cantidad de Bs. 171.952.126,10), argumento razonable en vista de que la mayoría de las compañías se encontraban en pleno proceso de establecimiento y requerían importar equipos al país.

En 1918 fue promulgada la nueva Ley de Minas, con un conjunto de reformas para la explotación de hidrocarburos con mayor racionalidad.

En los años 1929 y 1933, la industria petrolera se resintió levemente, para luego comenzar un proceso de recuperación en 1935. Durante la crisis del capitalismo, Gómez designó de nuevo a Gumersindo Torres de Fomento; este trató de retornar a sus propósitos pero ante la presión, el dictador lo destituye por segunda vez. De esta forma quedó de manifiesto como los intereses de las concesionarias; durante el régimen gomecista, pesaron más que las conveniencias nacionales.

Es también un hecho innegable que durante el régimen gomecista floreció la actividad intelectual, si se toma en cuenta que después de la Primera Guerra Mundial se editaron, nada más en Caracas, cerca de cien distintas publicaciones periódicas. Por otra parte, destacadas personalidades del mundo del intelectual y científico del país prestaron su colaboración al Gobierno de Gómez.

            La oposición de los estudiantes a la autocracia, que se había iniciado en la época de Guzmán Blanco, renació durante la dictadura gomecista y se manifestó en forma de protestas públicas. Como consecuencia de esta actividad política de los estudiantes, muchos jóvenes fueron desterrados y la Universidad Central permaneció cerrada por once años.

En 1928 las protestas y los discursos libertarios, produjeron la detención y el encarcelamiento de más de doscientos estudiantes. Pero el encarcelamiento de estudiantes, a su vez desencadenó una ola de protestas de diversos sectores sociales y de huelgas espontáneas que se mantuvieron por varios días, al cabo de los cuales la Dictadura tuvo que ceder y dejó en libertad a los jóvenes universitarios detenidos en el castillo de Puerto Cabello. Este movimiento se tiene como el primer movimiento de masas exitoso en la historia política del país